';

Tratamientos sin cirugía

Bótox y Ácido hialurónico

Botox (toxina botulínica)

La toxina botulínica tipo A (conocida popularmente como Botox) es la que actualmente se utiliza para el tratamiento cosmético de las arrugas de expresión de la cara. Actúa sobre la contracción muscular disminuyendo, así, la aparición de las arrugas de expresión.

Aplicación: Se aplica mediante inyecciones superficiales con anestesia local, en una o varias sesiones dependiendo del resultado que se quiera obtener y los puntos a tratar. Su efecto es temporal, aparece a las pocas horas tras el tratamiento y su duración puede variar entre 4-6 meses.

Inicaciones:

  • Arrugas de expresión de la frente y entrecejo
  • Eliminación de las “patas de gallo”
  • Elevación de las cejas
  • Elevación de la punta de la nariz

No debemos olvidar que es un tratamiento médico.

Aunque es de un tratamiento sencillo y seguro, debe ser administrado por personal médico cualificado, con experiencia y un conocimiento exhaustivo de la anatomía de la cara para evitar complicaciones innecesarias debido a un mal uso y conseguir los efectos deseados.

Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra, de forma natural, en el organismo, sobretodo en la piel. Actúa dando volumen e hidratación a la piel. Con el paso de los años la proporción de ácido hialurónico endógeno disminuye, produciendo deshidratación y pérdida de volumen lo que contribuye a generar pérdida de tono, pérdida de volumen, flacidez y arrugas faciales.

Aplicación: Se aplica mediante inyecciones más o menos profundas con anestesia local, en una o varias sesiones dependiendo del resultado que se quiera obtener y las zonas a tratar. Su efecto aparece inmediatamente tras la aplicación del producto y su duración puede variar entre 9-18 meses, dependiendo de la zona tratada, de la presentación del producto utilizada y del metabolismo del paciente.

Inicaciones:

  • Arrugas periorales  (alrededor de la boca)
  • Surcos nasogenianos
  • Arrugas perioculares (alrededor de los ojos)
  • Arrugas del entrecejo
  • Mejoría  del contorno facial
  • Aumento pómulos
  • Aumento de la proyección y volumen del labio (“arco de Cupido”)

No debemos olvidar que es un tratamiento médico.

Aunque es de un tratamiento sencillo y seguro, debe ser administrado por personal médico cualificado, con experiencia y un conocimiento exhaustivo de la anatomía de la cara para evitar complicaciones debido a un mal uso y conseguir los efectos deseados.